Práctica 10, La Educación en 2030. ChatGPT, Carla Hernández
Para la realización de esta práctica, le pediré a ChatGPT un relato sobre cómo considera que será la educación en 2050. Posteriormente, expondré el mismo relato, pero adjuntando los prompts o indicaciones que le he dado a ChatGPT hasta llegar al resultado. Finalmente, responderé brevemente a una serie de preguntas.
· Relato original:
El primer prompt que se le ha enviado a ChatGPT ha sido: "Hola. ¿Podrías crear un relato sobre cómo sería la educación en 2050? Puedes plantear una especie de distopía o utopía y hacer el relato con un estilo cercano al literario.". El primer texto ha sido:
En el año 2050, la educación ya no transcurría entre muros de ladrillo ni pizarras cubiertas de polvo. Las antiguas escuelas, con sus timbres y pupitres alineados, eran ahora ruinas melancólicas cubiertas por enredaderas digitales, donde los niños del pasado habían aprendido a recitar de memoria lo que otros habían escrito antes que ellos. En su lugar se alzaban las Cúpulas del Saber, estructuras traslúcidas suspendidas en el aire como burbujas de cristal, donde la enseñanza se tejía en tiempo real entre la inteligencia artificial y la memoria humana.
Cada estudiante era acompañado desde su nacimiento por un Mentor Sintético, una entidad digital personalizada que crecía con él, adaptándose a sus ritmos, errores y pasiones. Nadie estudiaba lo mismo, porque nadie era igual. El conocimiento se abría como una flor bajo la mirada de quien deseaba comprenderlo. Matemáticas a través del ritmo de la música, física mediante coreografías aéreas, filosofía en simulaciones inmersivas de los grandes dilemas humanos. La curiosidad era la única asignatura obligatoria.
Pero no todo era luz bajo las cúpulas.
La Corporación del Saber Universal, dueña del sistema educativo global, había codificado el acceso al conocimiento más profundo. Solo quienes demostraban un índice de excelencia neuroadaptativa podían avanzar a los niveles superiores. Los demás eran confinados a zonas de aprendizaje básico, donde la información llegaba filtrada, simplificada, domesticada. La brecha ya no era económica, sino cognitiva.
Algunos jóvenes empezaron a rebelarse. Se autodenominaban Los Lectores Salvajes. Recuperaban libros impresos que sus abuelos habían escondido del reciclaje obligatorio. Aprendían en voz alta, juntos, sin interfaces ni asistentes, solo con el peso de las palabras y el silencio compartido. Decían que en esas páginas antiguas estaba lo que los algoritmos no podían predecir: el error, la metáfora, la duda.
Las Cúpulas seguían brillando sobre las ciudades, pero, en los márgenes, donde las conexiones eran débiles y la vigilancia escasa, algo nuevo comenzaba a crecer. Tal vez una escuela. Tal vez una revolución.
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· Relato de mejorado de ChatGPT:
Entre los siguientes prompts que se le han enviado a ChatGPT, están los siguientes: "Me gustaría que lo hicieses desde la perspectiva de una profesora a modo de diario", "Lo mismo, pero desde la perspectiva de un alumno", "¿Podrías unir en un texto sin estilo diario ambas perspectivas?", "¿Podrías crear un poema al estilo gongorino resumiendo los puntos clave de cómo sería?", "Creo que Góngora hubiese empleado más hipérbatos", "Me gustaría que transmitiese algo de sentido".
A la enseñanza en tiempo de artificio
En cúpula de vidrio, al sol pendiente,
donde el saber sin sangre se desliza,
la voz sin alma al alma se desliza,
y el pulso es red, no tacto, en el docente.
No late el libro; ausente está el presente
que el niño encarna cuando duda avisa,
pues cifra artificial lo escolariza
y el aula es luz sin sombra de viviente.
Mas Elia, en su callar, verdad encierra:
suspende el nexo, escucha la semilla
de quien aún piensa en lo que el chip no encierra.
Samira, flor que en frío brote brilla,
alza su voz y al algoritmo yerra,
y dice más que toda maravilla.
· Proceso de mejora:
ChatGPT ha adecuado el texto a cada perspectiva (alumna/docente), estilo (diario/poema) u aspecto que le he pedido. Así, he optado por dejar el texto a modo de poema, pero también hubiese podido pedirle en otro prompt que juntase todas las indicaciones para ofrecer el mejor texto.
· Preguntas:
A. ¿Conoces las herramientas de ChatGPT? ¿Qué opinas del uso de la IA en Educación?
Supongo que conozco las herramientas básicas: preguntar cuestiones, mejorar textos y creador de imágenes. Pero creo que la IA puede resultar provechosa para las figuras docentes y para ayudarles a crear contenido para su materia u otras cuestiones. Por otro lado, se debería enseñar al alumnado a hacer buen uso de ella para que aprenda a sacarle el máximo beneficio.
B. ¿Ha sido difícil su uso? Comenta si te ha ayudado o te ha dificultado el trabajo.
Pedirle a ChatGPT que mejorase el texto no ha sido un proceso complicado. Al contrario, es un proceso fácil y rápido. No me ha dificultado el trabajo, pero sí que me ha hecho replantearme varias cuestiones de mi expresión escrita. Pero es útil tener un corrector de textos que sugiera cómo mejorar tu escritura y expresión, además de crear un texto a partir de cualquier idea que se te venga a la cabeza.
C. El relato que has obtenido, ¿es similar al que tú hubieras escrito?
ChatGPT ha empleado ideas, expresiones y algunos lemas que yo no hubiera usado. En este sentido, no es similar al que yo hubiera escrito, pues tampoco creo que hubiese conseguido escribir un poema al estilo gongorino.
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